domingo

EL VASCO IRISARRI, LA HUELLA LUMINOSA DE LA PLATA

 

“Somos profesionales de la educación, no de salud. Damos la VIDA en la escuela  atendiendo situaciones que nos exceden. Trabajando en situaciones de stress constantes. La mayoría de las escuelas ya parecen defensorías y juzgados…. Los padres se dirigen  directo al Ministerio porque así lo crearon ustedes “

Clamor de una docente argentina, 2025

En el día de hoy, con tantos docentes excedidos en demandas y problemas, sin la protección adecuada por parte de las autoridades educativas, totalmente expuestos y sin propuestas que ofrezcan reales soluciones nos va a parecer increíble la historia que procederé a relatar, sin embargo es real en todos sus aspectos y detalles. Para conocerla viajaremos en el tiempo hacia la ciudad de La Plata

                                           Foto Archivo Historico Salesiano


EL VASQUITO

Alberto Jorge Irisarri nació en La Plata el 22 de enero de 1929 en casa de su abuela paterna, sita en calle 12 Nº 1291 (luego 1295). Sus padres fueron Juan José Irisarri y Antonia Arteaga (se la refiere como Pilar en las biografías de Alberto). Tuvo dos hermanos: Juan Carlos y Olga María.  De obvio origen vasco por ambos progenitores (en su árbol genealógico están los apellidos Irisarri, Errandonea, Arteaga, Aguirre, Urrutibeheity) no llama la atención que Alberto Jorge fuera conocido como el vasco o el vasquito. También lo llamaban Beto, aunque con el tiempo empezó a preferir ser llamado Alberto Jorge.

En el mismo año de su nacimiento la familia se trasladó a Chascomús donde vivieron seis años. Y Beto comenzó a amar las cosas del campo, amor que mantuvo durante toda su vida.

En 1937, a los ocho años, ingresó como alumno en el Colegio Sagrado Corazón de La Plata, en 57 Nº 681.

                                             Foto Archivo Historico Salesiano

Alberto Jorge era un niño alegre y  generalmente se lo veía de buen humor. Desenvuelto en su andar, tenía una sonrisa que nunca lo abandonaba. Vestía correctamente, con pulcra sencillez, tenía la costumbre de ponerse corbata al salir a la calle e instaba a los demás a hacer lo mismo. Era ordenado, humilde y cortés. Todas estas cualidades son más meritorias si se tiene en cuenta que Alberto Jorge  tenía un temperamento fuerte y tuvo que aprender a moderar sus impulsos y vehemencias al plantear sus puntos de vista. Niño al fin, su vida no estuvo exenta de travesuras, amaba las alturas y en ocasiones, siendo muy chico, se puso en verdadero peligro.

Diligente y madrugador le gustaba preparar el desayuno a sus padres y sabía muy bien cebar mate. Llamaba la atención su atención y compostura en clase, era un niño de ojos grandes que bebía con avidez las palabras que se decían. Amaba ir de excursión.


Este chico fuera de lo común desarrolló en la escuela (y fuera de ella) una actividad asombrosa.  Sería largo enumerar todo su accionar y relatar sus múltiples anécdotas (no en vano existen dos libros  que dan detallada cuenta de ello)  Desde salir triunfador en los certámenes de Catecismo que organizaba la escuela hasta enseñarle a los más chicos el servicio del altar como monaguillo. Fue Aspirante Jefe de la Acción Católica, uno de los fundadores de la Sección San Juan Bosco en el grupo Domingo Savio, Celador Mayor de la Obra de María Auxiliadora, Secretario de la Compañía del Santísimo Sacramento, Vicepresidente de la Compañía de la Inmaculada y dos veces Presidente de la Compañía de San Luis (fue miembro de la Compañía de San Luis desde 1941).

En 1941, a los doce años, recibió la Cruz de celador en el Apostolado de la Oración. En las fiestas patrias desfilaba orgulloso  como Cabo 1º del Batallón 10 con el uniforme de los Exploradores Argentinos de Don Bosco. Se convirtió en el factótum del Colegio Sagrado Corazón, preparaba listas de ayudantes a Misa y el mismo ayudaba al sacristán

En las escuelas salesianas estar alegres es una premisa importante. Alberto Jorge no fue menos, siempre dispuesto a alegrar a quienes lo rodeaban y tanto en las fiestas de la escuela como en casa estaba dispuesto a hacer dramatizaciones.

                                              Foto Archivo Historico Salesiano


En clase improvisaba discursos con motivos de las fiestas de la Virgen. Si encontraba palabrotas escritas en las paredes, ahí iba Beto a borrarlas, arrancó revistas inconvenientes de las manos de sus compañeros e hizo campañas telefónicas para comuniones. ¿Su abuelita muy enferma? Beto sin dudarlo le llevó un confesor.

Servicial, prestaba sus útiles y hasta sus zapatillas, modelo de generosidad y compañerismo, descolló en el fútbol como capitán del equipo Buenos Aires (como buen alumno salesiano era hincha de San Lorenzo, cuyos partidos seguía por radio)

                                                  Foto Archivo Historico Salesiano


Sabía defender al ausente, ponerse del lado del más débil y no dudaba en presentarse ante sus maestros o directivos para interceder por tal o cual compañero castigado. El mismo, en una ocasión en que fue calumniado y castigado sin justicia supo guardar silencio y aceptar la penitencia impuesta.

En las vacaciones generalmente la familia Irisarri iba al campo, a Chascomús. Beto hacía todo lo que estaba a su alcance para mantenerse útil: ayudaba en tareas agrícolas, se levantaba temprano, cebaba mate y ensillaba su petizo rosillo de nombre Tarzán. Daba galopes recorriendo el campo.  Los domingos iba al pueblo a caballo para participar de la Misa. Aprovechaba los días en el campo para leer los libros que se había llevado consigo.  La Historia Sagrada, la Historia de la Patria y la Vida de Don Bosco y la Juventud Instruida estaban entre sus lecturas preferidas.


                                                  Foto Archivo Historico Salesiano

Su piedad era intensa y se confesaba semanalmente. Comulgaba. Devoto del Santo Rosario y de la Santísima Virgen María, solía rezar el rosario mientras iba o volvía de la escuela y en tiempos de vacaciones  lo rezaba por las tardes. Tenía una imagen de la Virgen de Luján a la cabecera de su lecho y  llevaba siempre su cuadrito de María Auxiliadora cuando salía de vacaciones. Los días sábado invitaba chicos para ir a rezar al altar de la Virgen. Hay indicios para pensar que Alberto Jorge pensaba ser sacerdote. En una libretita tenía anotada frases como “Viviré de tal modo como si hoy mismo tuviese que morir”  y “Los Santos mueren con la sonrisa en el rostro porque tienen la paz en el alma”.  Solía repetir “El tiempo es cielo”



Finalizó sus estudios primarios en 1942 en el Colegio Sagrado Corazón con muchos éxitos cosechados. En toda su escolaridad primaria recibió un sinfín de distinciones sin dejar de ser modelo de generosidad y compañerismo. Siendo él mismo un  alumno, llegó a dar clases de catecismo  a los más chicos en el Oratorio los domingos y elaboraba informes como haría un docente. Durante tres años fue el encargado de izar y arriar la bandera. Había obtenido premios de honor en el curso, en conducta, en aplicación, en religión, asistencia, puntualidad, declamación, gimnasia, asistencia dominical y carpeta de deberes.

                                                           Bendicion de la Bandera


                                                           


EL FINAL

Comenzó el secundario en 1943, primer año nacional, también en el Sagrado, como conocían al colegio en la ciudad de La Plata (pero en otro edificio).

Capilla del colegio Sagrado Corazón de La Plata-Nivel secundario.


Algo ocurrió.

Empezó bien pero luego el rendimiento académico de Alberto Jorge comenzó a descender junto con un alarmante decaimiento físico, pérdida de peso, palidez e insomnio. Se lo veía serio, decaído y cansado ya no era el Beto alegre de años anteriores ni jugaba en los patios, prefería leer las carteleras. Cesó casi por completo su actividad deportiva. Al finalizar el primer bimestre fue aplazado en dos materias. Dejó de entregar los informes semanales de su grupo al Delegado de Aspirantes de la Acción Católica y terminaba agotado después de dar clases los domingos en el Oratorio.  Se mantuvo fiel en las prácticas de la fe de oración y sacramentos.

Un día empezó con dolores de cabeza y tuvo que abandonar la clase; días más tarde, sufrió  otro ataque igual, se sentó, cerró los ojos y se apretó la cabeza con las manos. . El 13 de junio, día de Pentecostés, al volver del Oratorio se sintió muy mal. El lunes 14 siguió mal y permaneció en cama. El miércoles pudo levantarse pero a las pocas horas empeoró. El jueves 17 pasó mala noche. El viernes 18  el médico lo vio dos veces, esa noche Beto no pudo dormir a causa de los dolores de cabeza. El sábado 20 lamentó no poder ir a una reunión de Catequistas y pidió avisaran al Asesor. Nueva visita médica. Esa tarde se sintió un poco mejor y pudo escuchar por radio el partido de San Lorenzo celebrando sus goles.

El domingo 20 de junio recibió los sacramentos de Confesión, Viatico y Extremaunción de manos del padre Iturralde, de la Catedral. Se puso muy contento cuando fueron a verlo de su escuela el padre Asesor de Acción Católica  y el delegado de Aspirantes Sr Alegre. ¡Vienen del Sagrado Corazón!  ¡Vienen del Colegio!, exclamó. Recibió la Bendición Papal y varias veces la de María Auxiliadora. Pedía que sus compañeros y maestros rezaran por él. Más a la noche el padre Director del Sagrado Corazón, recién llegado de Buenos Aires, se presentó en el domicilio, Alberto Jorge dormía. Le dejó una medalla de la Virgen y nuevamente le dio la bendición de María Auxiliadora.  Cerca de la medianoche Beto despertó y le dijo a sus padres que dieran gracias de su parte a los médicos que tan bien lo habían atendido y a todos aquellos que habían ido a visitarlo. El padre le dio a beber agua para que pueda tomar el calmante,  Beto dijo “que fresquita está”, besó la medalla de María Auxiliadora y cerro sus ojos después de mirar dulcemente a sus padres. El 21 de junio de 1943, a las 0,30 con una leve sonrisa en sus labios, en su casa de calle 15 Nº 1327 de La Plata, falleció de meningitis Alberto Jorge Irisarri. Firmó el certificado el Dr Hugo Orlandi. Curiosamente, el 21 de junio es el día de San Luis Gonzaga, ¿Casualidad? Él hubiese dicho que no.

 

DESPEDIDA

La despedida fue emotiva, había sido un chico querido por todos. A Alberto Jorge le colocaron el distintivo  verde de aspirante de la Acción Católica y la medalla de San Luis. La bandera de la escuela acompañó  a su estudiante más famoso. Durante una semana se depositaron flores frescas sobre su pupitre en el aula: el segundo banco de la fila central, hasta que otro chico fue ocupar su lugar el lunes 28 de junio. Ya lo dice el tango…el mundo sigue andando.

Tuvo un tiempo de fama. Su vida fue publicada en La Hojita, la revista de la escuela en julio de 1943. En su propio colegio fue ensalzado como digno exponente de la educación Salesiana y comenzaron a recolectar material para su biografía. La revista salesiana cordobesa Mies Divina también se hizo eco de su vida. Dos libros fueron escritos, Huella Luminosa y Alberto Jorge Irisarri. En el Colegio Pio X de Córdoba al instalarse un Centro Interno de Acción Católica  se eligió como modelo y titular a Alberto Jorge Irisarri. Y en el extranjero una revista en inglés “Don Bosco in India” publicó una nota sobre su vida en 1946. Para 1949 su historia era conocida en España y puesta como modelo.


Cerámico de homenaje ubicado en pared del patio del Colegio secundario Sagrado Corazón de La Plata


Los restos de este niño descansan en el Cementerio de La Plata, arcada A nicho  24



REFLEXION FINAL

El 19 de marzo de 1944, el padre Lucha Puig, por radio El Mundo dijo sobre Alberto Jorge Irisarri: “Allí donde se unan de verdad padres y educadores, conscientes de su altísima misión, los casos Alberto Jorge no serán raros”

Pero estos casos seguirán siendo raros porque esta unión no sucede. Se permite que las escuelas sufran lo que leímos en el testimonio de la docente que encabeza este artículo. No se entiende que, para que los niños sean bien atendidos primero hay que cuidar al docente. Poner en primer lugar la mirada en el cuidado, la atención, en el bienestar del docente y lo demás vendrá por sí solo.

 

 

Guada Aballe

 

Fuentes consultadas

Alberto Jorge Irisarri-folleto publicado por el Colegio Sagrado Corazón de Jesús en La Plata. Año 1944

Documentación en Archivo Salesiano Yapeyu : Vida Ejemplar, por Raul Entraigas. revista Orientaciones Nº 5. Septiembre de 1943, paginas 18 a 21.

Don Bosco in India. Vol XVI Nº VI September 1946

Alberto Jorge Irisarri de Gabriel Feyles. Editorial Difusión.1953

Alberto Jorge Irisarri (Huella Luminosa), de Oneas Islas. S.S Editorial Difusión

Estampas recordatorias

"La Plata, La Plata, Buenos Aires, Argentina registros," imágenes, FamilySearch

(https://www.familysearch.org/ark:/61903/3:1:3Q9M-C3H5-LQL4?view=index : 22 feb

2025), Imagen 131 de 513; .

https://www.familysearch.org/ark:/61903/3:1:3Q9M-C3H5-LQL4?view=index

"La Plata, La Plata, Buenos Aires, Argentina registros," imágenes, FamilySearch

(https://www.familysearch.org/ark:/61903/3:1:3Q9M-C3HK-6T8X?view=index : 22 feb

2025), Imagen 330 de 509; .

https://www.familysearch.org/ark:/61903/3:1:3Q9M-C3HK-6T8X?view=index

"La Plata, La Plata, Buenos Aires, Argentina registros," imágenes, FamilySearch

(https://www.familysearch.org/ark:/61903/3:1:3Q9M-C3H5-PV9H?view=index : 22 feb

2025), Imagen 325 de 509; .

https://www.familysearch.org/ark:/61903/3:1:3Q9M-C3H5-PV9H?view=index

"La Plata, La Plata, Buenos Aires, Argentina registros," imágenes, FamilySearch

(https://www.familysearch.org/ark:/61903/3:1:3Q9M-C376-79MK-D?view=index : 15 feb

2025), Imagen 371 de 1005; .

 https://www.familysearch.org/ark:/61903/3:1:3Q9M-C376-79MK-D?view=index

Agradecimiento a Soledad Urrestarazu y Guadalupe del Archivo Historico Salesiano.

 

 

 

MARIANO LAPESCHI, EL TESORO ESCONDIDO DE BERNAL


Miércoles 3 de enero de 1940. En la ciudad de Buenos Aires el tiempo estuvo bueno y caluroso. No muy lejos de allí, en la localidad de Bernal, un joven de casi 15 años agoniza…cumplirá los 15 en breve, en cuestión de días si sobrevive a la enfermedad que lo aqueja. Pero la triste realidad es que la vida de Mariano, así se llama el joven, está al terminar.

Una vida que había comenzado el 29 de enero de 1925 en Mamiano (Toscana) según reza su estampa recordatoria. Es posible que se trate de Mammiano Basso, una aldea en San Marcello Piteglio, provincia de Pistoya, en Toscana. Asimismo hay un registro, de consulta pública, en el Centro de Estudios Migratorios Latinoamericanos que da cuenta del ingreso al país de unos niños Lapeschi el 16 de febrero de 1930, habiéndose embarcado en Génova a bordo del Giulio Cesare. Los tres tienen consignado como lugar de nacimiento Pistoya.

Se trata de Valda Lapeschi, de 8 años, Rosanna de 2 y Mariano. Pero aquí se presenta un inconveniente porque en la edad de Mariano aparece un 0. Sabemos que Mariano no era un niño de meses en febrero de 1930, sino que tenía cinco años cumplidos. Por lo tanto aquí podemos barajar dos hipótesis

1- Se trata de otro grupo familiar, donde este Mariano sería un homónimo de quien estamos investigando.

2- Se trataría de un error u omisión en la edad. Debido a que no se tuvo a la vista el registro original, salvo los datos que arroja el sitio podríamos estar ante un error de carga en la indexación en el sitio web o de anotación en el archivo original. Se refuerza la hipótesis que sería nuestro Mariano debido a que no se lograron rastrear otros Lapeschi y aquellos localizados pertenecen a este mismo grupo. Además Mammiano Basso se encuentra en Pistoya,Toscana. (La estampa recordatoria que se conserva de Mariano indica que nació en “Mamiano, Toscana”). Se han podido localizar datos relacionados con Valda y Rosanna pero Mariano parece haberse esfumado en los rastros de la historia, lo que condice con un fallecimiento temprano.

Pero el hecho que  refuerza la hipótesis que el niño que llegó a nuestro país en 1930 se trata de nuestro Mariano son los datos relacionados con sus progenitores. Según el acta de defunción de Mariano, él era hijo de José Lapeschi y Concepción Biagini. De Valda, su presunta hermana, sabemos era hija de José Lapeschi y de Asunta Biagini, nótese la coincidencia en el nombre de su padre y el apellido Biagini de la madre. 

Nuestro rompecabezas va tomado forma:

Mariano Lapeschi, hijo de José Lapeschi y de Concepción (o Asunta) Biagini, nació el 29 de enero de 1925 en Mammiano Basso, provincia de Pistoya, Toscana. Tuvo dos hermanas, Valda y Rosanna. Llegaron al país el 16 de febrero de 1930 a bordo del Giulio Cesare.

Su padre, José Lapeschi, era hijo de Francisco Lapeschi y de Juana Signorini. Viudo ya de Asunta Biagini se casó en segundas nupcias con Santa Rosa Pereyra. Santa Rosa falleció el 29 de septiembre de 1977 en la ciudad de Corrientes, dejando nuevamente viudo a José, quien a  su vez falleció el 27 de marzo de 1986 en Beccar, partido de San Isidro.

¿Tendrá familiares por via colateral? Su hermana Valda casó con Juan Lavié, marino, tuvieron hijo se llamado Juan Carlos circa 1949. Valda Lapeschi de Lavie enviudó en 1984 y falleció el 19 de octubre de 1989 en la localidad de Florida, partido de Vicente Lopez, cuarenta y nueve años después que su hermano. Su hijo, sobrino de Mariano, falleció en el año 2015.

En cuanto a Rosanna Lapeschi hay una publicación en el Boletin Oficial de la Provincia de Buenos Aires del 27 de diciembre de 2017, donde “Norberto Melitón Rojas y Rosanna Lapeschi” aparecen como causantes de sucesión. Esto indica que Rosanna fallecio antes de diciembre de 2017.

Esperemos que algún descendiente pueda leer este trabajo y confirmar o no si son familiares de este niño ejemplar como aquí suponemos.

Retomemos el relato. Mariano había nacido en el seno de una ejemplar familia cristiana. A los cinco años llegó al país. Fue después de hacer su Primera Comunión que Mariano sintió deseos de seguir la vocación sacerdotal e ingresó al aspirantado. Es posible que haya cursado sus estudios primarios en el colegio Nuestra Señora de la Guardia en Bernal.

Sabemos que estudió los dos primeros años de latín en el Aspirantado Menor de Ramos Mejía. Este aspirantado comenzó a funcionar en el colegio Vilfrid Baron de los Santos Ángeles, en la localidad de Ramos Mejia a partir del 15 de febrero de 1937, año en que comenzaron los cursos de latinidad. Ese mismo día, 15 de febrero a las 18 hs, llegaron de Bernal  a Ramos Mejía los aspirantes de 1º, 2º y Curso especial, setenta entre todos. Llegaron acompañados de los padres Brett y Manuel Rocha, y del acólito Demetrio Tataren. ¿Estaría Mariano Lapeschi entre ellos? ¿O se integraría más tarde?

El aspirantado tenía organizado sus cursos de la siguiente manera:

Curso preparatorio

1º de latín

2º de latín

3º de latín

Lapeschi estudió los dos primeros años de latín en Ramos Mejía, probablemente en los años 1937 y 1938.

El 20 de febrero de 1937 los aspirantes fueron a pasar el día a la Nueva Cervecería Argentina, salieron a las 9hs y regresaron a las 18.30.

El 4 de enero de 1938 los aspirantes salieron de vacaciones a San Nicolás de los Arroyos, acompañados por los sacerdotes Oliva, Spadavecchia y Rocha, también acompañaron varios acólitos.  Regresaron el 6 de febrero. El 17 de febrero tuvieron otra salida: paseo todo el día en la estancia Bullrich. Para Navidad, el 25 de diciembre, salieron casi todos los aspirantes para visitar a sus familias regresando casi todos el día 27.

Hacia 1939 continuó sus estudios en Bernal, en la Casa Salesiana sita en Belgrano 280 donde funcionaba la casa de formación, sede del aspirantado, junto al templo Nuestra Señora de la Guardia, y poder así “recibir luego el santo hábito de los hijos de San Juan Bosco”..

Calle Belgrano al 200 hoy (Bernal)

Una maestra suya llegó a decir que alumnos como él nunca se podrán olvidar. ¿Cómo era Marianito? Sabemos que era alegre y desenvuelto; bueno y sencillo. Por esas cualidades se hizo querer siempre por todos, desde sus superiores hasta sus compañeros. Amaba a su colegio. Se advierte en su retrato una sonrisa, franca, mirada alegre, rostro feliz. Al mismo tiempo nos transmite paz. 

Mariano fue un niño piadoso, “cultivó con gran esmero la piedad y la inocencia”. Muy devoto de la Santísima Virgen, invocaba a la Madre del Cielo en todas sus empresas. Llevaba una libreta espiritual donde apuntaba sus reflexiones

“Creo que me estoy portando muy bien!...”

“¡Oh! Cuánto quiero yo a la Virgen!...”

“Oh María, antes que cometer un pecado, quiero morir”

                                            Iglesia Nuestra Señora de la Guardia, Bernal

Pero un día Marianito enfermó. Su enfermedad no fue fácil, una angina gangrenosa que después derivó en septicemia, es decir en una infección generalizada. Aun en esos momentos supo conservarse sereno, dejó “traslucir un alma verdaderamente elegida”, a su enfermero llegó a decirle “Quiero que me entierren con mi sotanita”. Unos días antes de morir cantaba:

Cuando mis ojos cierre,

Madre, el dolor,

De mi lado no apartes

Tu manto bendito de amor.

Que ocultándome, Madre, ese manto,

Será mi mortaja más bella al morir.

¡Ah! Cubierto con ella 

No temo a la muerte;

Más espero en el cielo vivir.

La entereza y la fe de Mariano debían asombrar a más de uno. Además de la elevada fiebre, sus sufrimientos debían ser considerables. La causa de su muerte, según el acta de defunción, fue una “angina gangrenosa y septicemia”, un cuadro compatible con angina de Ludwig, un tipo de infección gravísima aún en nuestros días, que lleva a la septicemia. En el día de hoy una angina de Ludwig (que en la mayoría de sus casos tiene un origen dental) es un cuadro grave que requiere atención urgente, rápida y temprana, imaginemos lo que sería en 1940.... su estampa recordatoria menciona una larga y penosa enfermedad.

Era el 3 de enero de 1940. A las 18.17 de ese día Mariano Lapeschi falleció, santamente, en la Casa Salesiana de Bernal. En Belgrano 280. Su certificado de defunción lo firmó el Dr Gaspar Sanguinetti, quien debió de haberlo asistido durante su enfermedad. El Dr Sanguinetti era médico del Colegio Salesiano además de haber sido el primer médico de la localidad de Bernal, con destacadísima trayectoria.

                                            Ingreso por Belgrano 280, hoy. 


Al día siguiente José Harburu, Jefe de la Sección Segunda del Registro Civil dejó asentado el fallecimiento de Mariano Lapeschi. El declarante fue don José Silvano Escobar, casado, argentino, 58 años, domiciliado en San Martin 464, Bernal. Testigo Patricio Oshea, casado, argentino, 50 años, domiciliado en Brown 1078, Quilmes. Según dicha acta, los padres de Mariano se domiciliaban en Capital Federal.

Mariano Lapeschi fue inhumado en el Cementerio de Ezpeleta.



FUENTES CONSULTADAS

Estampa recordatoria de Mariano Lapeschi

Acta de defunción de Mariano Lapeschi

https://elquilmero.blogspot.com/2019/07/dr-gaspar-sanguinetti-primer-medico-y.html

https://es.wikipedia.org/wiki/Angina_de_Ludwig

https://boletinoficial.gba.gob.ar/secciones/8420/ver

https://rju.scba.gov.ar/

https://cemla.com/

https://mapcarta.com/es/N5514874059

https://www.donboscoramos.edu.ar/html/subindices/historia.html

https://www.boletinsalesiano.com.ar/jun2025_historiadevida/

Bernal y los salesianos. Edición ordenada por el Gobierno de Buenos Aires-Decreto 3909/70

El Mundo, 3 de enero de 1940

El Mundo, 4 de enero de 1940

Crónicas del colegio Vilfrid Baron de los Santos Angeles, 1937, 1938

Revista del colegio Vilfrid Baron de los Santos Angeles, diferentes años.

AGRADECIMIENTOS

A Soledad y Guadalupe del Archivo Histórico Salesiano de Almagro, por la paciencia y la ayuda.

Al Dr Miguel Sangiovanni por sus aclaraciones sobre la enfermedad sufrida por Mariano Lapeschi

A Gaby Cortese, por acompañar desde el principio esta investigación, haber leído su borrador y dar sus orientaciones.


sábado

MARIANA Y VICENTE

 

Una vez más podemos acercarnos a una historia de vida  a través de tarjetas postales como ocurrió en https://vintageries.blogspot.com/2012/12/un-romance-en-el-centenario.html . Esta vez sus protagonistas son Mariana Matilde Mainero y Vicente Graciano Cosentino.

Existe un conjunto de postales fechadas entre 1906 y 1910 intercambiadas entre Mariana y Vicente que nos hablan de un tierno noviazgo entre ambos. Tras leerlas nos surgen las ganas de saber más, ¿llegaron a casarse? ¿formaron una familia? ¿concretaron sus sueños? Hagamos un poco de historia…

MARIANA MATILDE MAINERO era argentina, nació el 14 de marzo de 1893, hija legítima de Juan Bautista Mainero y de Angela Lucia Berardo de Mainero, ambos italianos. Fue bautizada en la parroquia Santa Rita de Brandzen (sic) el 2 de julio de 1893 y la familia vivía en el “cuartel primero” de dicha localidad según consta en el acta de bautismo. Sus padrinos fueron Antonio Massabó, italiano y Mariana Errecaborde, oriental, representada por Ana María Massabó. Es posible que la llamaran Mariana por su madrina.

Su padre, nacido Giovanni Battista en Italia, contrajo matrimonio en Saluzzo con Angela Lucia Berardo el 2 de marzo de 1878. Además de Mariana tuvieron otros hijos de los cuales damos sus fechas aproximadas de nacimiento: Margherita Caterina (1880, habría fallecido el mismo año), Pedro Bautista (1881), Antonio Francisco (1883), Bernardo (1885), Margarita Catalina (1886), José Ciriaco (1888), Margarita Lucia (1889), Vicente Alejandro (1891), Domingo Ramón (1894) y Enrique Rafael (1896). Nuestra Mariana Matilde fue una de las ultimas en llegar, ubicándose su nacimiento entre los de  Vicente Alejandro y Domingo Ramón. Según consta en el censo de 1895, toda la familia vivía en la zona de Brandsen, población rural. Eran agricultores.

El padre habría nacido entre 1848 y 1851, su edad difiere en la documentación consultada (cuarenta y cinco años en 1893, nuevamente cuarenta y cinco en el censo de 1895 y sesenta años en 1911) Lo mismo ocurre con la madre de Mariana, se calcula que nació entre 1853 y 1856, ya que la encontramos con cuarenta  años tanto en 1893 (acta de Bautismo de su hija) como en el censo de 1895. (se debería hacer una investigación focalizada sobre ambos progenitores para llegar a la fecha real de nacimiento) El padre habría fallecido en 1933, la madre en 1947.

Su novio VICENTE GRACIANO COSENTINO, argentino también, nació el 1 de enero de 1888 a las 7.30 en el partido de San Vicente. Hijo legítimo de Vicente Cosentino y de Ursula Fabres o Fabris, italianos ambos, bautizado  el 23 de septiembre de 1888 en la parroquia Santa Rita de Cascia en Brandsen.

NOVIAZGO

El noviazgo ya existía en 1906. Mariana tenía trece años y Vicente dieciocho. No se puede dudar que las postales que intercambiaban son portadoras de una gran ternura. Veamos que se decían (aclaración al lector: la ortografía fue corregida para facilitar su lectura)

Vicente a Mariana, 8 de julio de 1906

Dicen que el agua del mar se junta con la de los ríos, como se podría juntar tu corazón con el mío



 Mariana a Vicente en 1906

Tu me prometiste el quererme, como yo te lo prometí, de mí no te olvides Vicente, que yo jamás me olvido de ti

Mariana a Vicente el 5 de agosto de 1906

Tengo el corazón herido, Y las heridas me duelen, Tu solo serás, Quien curármelas puedes

Mariana a Vicente el 17 de agosto de 1906

Una sonrisa se apaga, Una ilusión se derrumba, Pero mi amor te acompaña, Hasta la tumba

Vicente a Mariana, 28 de agosto de 1906

Cuando en el agua se escriba y del papel se hagan peces,  y los años se hagan meses, y la muerte se haga vida, cuando el viento hablando diga, que en el mar se mueren de sed, cuando el cielo no llueva, cuando todo esto suceda, te dejaré de querer.

Mariana a Vicente, el 1 de septiembre de 1906

Para que yo te olvidara, Es menester que hubiera, Otra luna y otro sol, Y otro Dios que dispusiera

Vicente a Mariana, 9 de octubre de 1906

Bajo la paloma al agua, vestida de azul celeste, siempre te quiero y te querré aunque la vida me cueste

Vicente a Mariana, 10 de octubre de 1906

La pluma es la que escribe, el corazón es el que dicta. El que la quiere y la ama, sabe Ud como se llama

Vicente a Mariana, 25 de octubre de 1906

Mi alma, mi voluntad, mi fantasía, cuanto mi ser desea, se funde en una idea, hacerte mía para siempre mía.

Tenemos una tarjeta fechada el 1 de noviembre de 1907 donde Mariana escribió:

En cambio de tus negritos, Te envío esta blanquita, Y en cambio de tus afectos, Va mi amistad completa. Enternece el leer Contestame pronto Vicentito.

Le dedicó a su novio esta frase el 11 de enero de 1908 

Que la felicidad te alumbre en los obscuros senderos de tu vida 



y detrás 

Querido Vicentito: La carta que yo te mandé días pasados, todo eran por unos cuentos que de ti me habían contado, he sabido que es mentira, así no pienses más en ella, y ven pronto a pasear que deseando de verte estoy; Te pido silencio, sin más te saluda quien te quiere.

Tuya Marianita contestame

Evidentemente alguien le había comentado algo a Mariana sobre Vicente que resultó ser mentira.


          Mariana Mainero en 1908, a los quince años.


Vicente a Mariana el 18 de marzo de 1910

Esta es para hacerte saber que esta noche voy con Ollegui esperennos. Recibe los cariños de tu siempre fiel V.G.Cosentino.

Mariana a Vicente el 30 de noviembre de 1910

Querido Vicentito:

Cuando estuviste en esta has dicho de que vendrías en esta semana, si es que venis, vení en el día temprano si te es posible. Haceme caso que tengo mucho que conversar contigo. Adiós Vicentito veni ve el corazón de esta tu Marianita



En el anverso: Recibe el cariñoso saludo de tu fiel y constante

¿Qué tendría que conversar Mariana con Vicente? ¿Detalles de la boda? Porque faltaba poco, solo ocho meses para dar el sí ante el altar.

DOMSELAAR

Según el acta de matrimonio Vicente vivía en Domselaar y Mariana en Brandsen.

Todas las tarjetas, tanto las de Mariana a Vicente como las de Vicente a Mariana están dirigidas a Domselaar, a excepción de una postal fechada el 8 de julio de 1906 enviada por Vicente, que aclara Ajente Ferrari (sic) debajo de Domselaar. Esa postal tiene estampilla y el matasellos, parcialmente legible, parece decir Domselaar.

Según el aporte de Hector Angel Benedetti, a quien considero el máximo exponente sobre ferrocarriles en nuestro país, Ferrari fue el nombre que tuvo la estación Coronel Brandsen hasta 1917. Es decir que para la época en que fueron intercambiadas las postales Ferrari era la estación que hoy en Brandsen. Pero no queda claro la expresión Agente Ferrari, ¿se referiría a alguna estafeta que estaba en la estación?

Otro dato de interés aportado por Hector Benedetti es que la estación Domselaar no sufrió alteraciones importantes desde su inauguración en 1865.

Llama la atención que todas las postales tuviesen como única dirección la localidad Domselaar. Ejemplo: Sta  Mariana M Mainero,  Domselaar o Vicente G. Cosentino, Domselaar. La mayoría no tiene estampillado y no conservan señales de haberlo tenido, ¿se hacían llegar las tarjetas por una tercera persona sin recurrir a los servicios del correo? ¿O quizás venían dentro de un sobre estampillado? Queda en pie la curiosidad de saber por qué se indicaba Domselaar como única seña de dirección, a excepción de la tarjeta que dice Ajente (sic) Ferrari debajo de Domselaar, como Mariana vivía en Brandsen la indicación Ferrari tiene que ver con ello.



 

BODA

Mariana y Vicente pudieron concretar su sueño y se casaron el 29 de julio de 1911 en la parroquia Santa Rita de Brandsen. El novio de veintitrés años y la novia de dieciocho.  Vicente domiciliado en Domcelar (sic) partido de San Vicente y Mariana en Brandzen (sic). Testigos de la boda el padre de Mariana y la madre de Vicente. La madre del novio, Ursula Fabris, tenía domicilio en San Vicente según el acta. En nombre del padre de Mariana firmó Antonio Mainero.

HIJOS

Mariana y Vicente tuvieron la bendición de tener una familia numerosa. Fueron padres de

Amelia Matilde Cosentino (c1912- 10 de junio de 1999)

Irma Esther Cosentino, nacida el 13 de julio de 1913

Angela Ursula Cosentino, nacida el 29 de enero de 1915

Vicente Juan Bautista Cosentino, (8 de septiembre de 1916-26 de noviembre de 1976)

Haydee Elsa Cosentino, (18 de marzo de 1918-10 de octubre de 2013)

Rodolfo Cosentino (c1920-24 de octubre de 2005)

 

Irma y Angela fueron bautizadas el  mismo día, el 16 de febrero de 1916, en la Parroquia Santa Rita de Brandsen. Los padrinos de Irma fueron el padre de Vicente y la madre de Mariana. En cambio, los padrinos de Angela fueron Pedro Mainero y Margarita de Mainero.

Vicente y fueron bautizados el 23 de marzo de 1919, también en Santa Rita. Los padrinos de Vicente fueron Andres y Elena Cosentino y los de Haydee fueron José Genaro y Margarita Mainero . El sacerdote que los bautizó se llamaba Fermín Navarrete.

 

 EL FINAL

Vicente falleció primero, a los setenta y seis años en City Bell el 3 de marzo de 1964, de insuficiencia cardíaca, a las 2.30. Sabemos que fue gestor y fue inhumado en el Cementerio de La Plata el día 4. Su viuda lo sobrevivió cinco años. Mariana falleció en la ciudad de La Plata, de pancreatitis aguda, el 24 de marzo de 1969 a las 12.30. Tenía setenta y seis años. Vivía en  calle 14 Nº 685 y su fallecimiento se produjo en calle 50 Nº 515. La empresa Quincoces y Landoni estuvo a cargo de su sepelio, que se realizó al día siguiente en el Cementerio de La Plata, Sección A-Lote 95.

Sus vidas aparecen vinculadas a lugares como San Vicente, Brandsen, Domselaar, City Bell, La Plata. Mariana y Vicente hace tiempo que ya no están físicamente con nosotros.  Pero a través de sus tarjetas postales  nos damos cuenta que siguen estando.

 

GUADA ABALLE

 

Fuentes consultadas

https://ancestors.familysearch.org/KGXV-9GG/giovanni-battista-mainero-1848-1933

https://www.familysearch.org/es/tree/person/details/LYY5-RX1

https://www.familysearch.org/ark:/61903/1:1:QJRM-5PK9?lang=es

https://familysearch.org/ark:/61903/1:1:XFTR-WL7

https://familysearch.org/ark:/61903/1:1:QJR9-5DH5

https://familysearch.org/ark:/61903/1:1:QJR9-5DHY

https://familysearch.org/ark:/61903/1:1:QJR9-56SN

https://familysearch.org/ark:/61903/1:1:QJR9-56SK

https://www.familysearch.org/ark:/61903/1:1:6ZKL-Z7W3?lang=es

https://www.familysearch.org/ark:/61903/1:1:XFT5-PVT?lang=es

https://www.familysearch.org/ark:/61903/3:1:3Q9M-C3W7-D9LQ-W?view=index

https://www.familysearch.org/ark:/61903/1:1:MW7N-3M8?lang=es

https://www.familysearch.org/ark:/61903/1:1:686Y-8248?lang=es

https://www.familysearch.org/ark:/61903/1:1:6ZTB-7TS7?lang=es

https://www.familysearch.org/ark:/61903/1:1:688X-RDMC?lang=es

https://rju.scba.gov.ar/

 

 

 

 

 

 

 

 

martes

CARMELA FIORENZA



Carmela Fiorenza (o Carmen Firenza) tenía diecisiete o dieciocho años en 1904 y vivía junto con sus padres en Padilla 2151; era la única hija de un matrimonio italiano compuesto por el Sr Fiorenza y su esposa Liboria Entorci. Tanto Carmela como su madre eran obreras de una fábrica, el padre era inválido. 
Hacia el mes de junio del mencionado año un tal Miguel Scudero, quien decía tener serias intenciones, obtuvo permiso para visitar a Carmela en su casa. Scudero tenía veinticinco años, era italiano (de Palermo), vivía en Gurruchaga 30 y trabajaba como farolero del alumbrado público. Durante las visitas, Scudero conversaba con la joven en la habitación de ella, siempre bajo la atenta mirada de los padres. En realidad Scudero era un falso pretendiente, porque era casado y fingía ser soltero, esta circunstancia era desconocida por Carmela y sus padres.
Las visitas de Scudero eran constantes hasta que un día le habría propuesto a la joven que huyera con él del hogar yéndose a vivir en su compañía a lo que Carmela, una muchacha honesta y decente, se negó, se dijo que no se atrevió a decir esto último a sus padres para no darles un disgusto. Entonces Scudero decidió pedirla en matrimonio a lo cual la madre le solicitó trajera una constancia de su pueblo donde constara que era soltero. 
Un día los padres descubrieron que era casado y le prohibieron la entrada en la casa. Carmela se mantuvo firme  y dispuesta a no ceder ante lo ilícito, ya que ante otro pedido de Scudero que se fugaran juntos ella lo volvió a rechazar.
Sería en este momento cuando Scudero urdió su siniestro plan.
El domingo 4 de septiembre, a las siete de la tarde,  se presentó en la casa de Carmela y pidió hablar con ella... los padres se sentaron en un rincón de la pieza como siempre. Tras un momento de conversación la madre dijo que su hija no se casaría con él a lo cual el falso pretendiente pidió se le devolviera un prendedor que le había regalado a Carmela. 
Preso de la ira, Scudero apagó la luz, sacó un revolver y disparó cinco tiros a la joven, dos de los cuales dieron en el blanco (uno en el pecho y otro en el vientre), cuando se le terminaron los proyectiles desenvainó un puñal y le dio siete puñaladas, tan violentas que el puñal llegó a partirse dentro del cuerpo de Carmela. Ese puñal, era nuevo y tenía hecho un segundo filo, lo había hecho afilar por un tal Antonio Foma el día anterior, es decir que Scudero fue a la casa de Carmela con sus intenciones bien claras.
Scudero se dio a la fuga (olvidando el sombrero en la casa), los padres gritaban y algunos vecinos lograron seguirlo y atraparlo. Fue detenido por el agente Ramón Arias de la Comisaria 31º.
Mientras tanto, el Comisario Franco, fue al lugar del hecho e hizo llevar a Carmela, que seguía con vida, al Hospital San Roque donde falleció a causa de las hemorragias internas a las tres de la madrugada del 5 de septiembre de 1904.
Mientras tanto, el criminal, en la declaración indagatoria realizada ante el Dr Constanzó y tomada por el secretario Consiglieri, negaba haber cometido el hecho, alegó incluso haber sido agredido por la madre de Carmela y que durante la lucha se había caído la lámpara. En cuanto a los disparos primero los negó y luego dijo haberlos hecho sin querer herir a nadie con el fin de intimidar a la anciana. Por supuesto era falso que la madre de Carmela hubiera intentado agredirlo.
El padre de Carmela murió de pena poco después de este trágico suceso.
El Juez Dr  Madero condenó a muerte al asesino. Su pena fue conmutada a 25 años de presidio en julio de 1906 por el Presidente José Figueroa Alcorta.