jueves
ANDRES FRUGONI
Cuando fue noticias en Caras y Caretas, en diciembre de 1917, todos tenían a Andrés Frugoni como un misántropo.
Este buen hombre tenía unos setenta años, vivía en Billinghurst 1157 y se ocupaba él mismo de todas las obligaciones de su casa. El detalle más curioso era que en sus ratos libres gustaba de pintar originales cuadros de santos.
Estos lindos cuadros junto con leyendas alusivas adornaban todas las habitaciones de su casa y además en la terraza había improvisado un curioso jardín.
Pero Frugoni vivía aislado y rehuía en contacto con los demás. Se decía que era dueño de una gran fortuna y quizás por eso un día sufrió un intento de asalto.
Ese día, Frugoni se encontraba tomando el desayuno cuando tres asaltantes ingresaron a su casa. Se resistió y huyó por uno de los costados de la mesa.
Felizmente el asalto no se concretó. Frugoni gritó tanto que una vecina suya, Rosario A de Roch se asustó tanto que a su vez empezó a gritar. Los gritos de Rosario asustaron a los asaltantes quienes emprendieron la huida por las azoteas. A su vez la policía acudió al lugar por los gritos de Rosario y se lanzó a perseguir a los tres individuos. Dos fueron atrapados.
¿Y Frugoni?
Quedó con una leve herida en la manos y algún que otro golpe. No fue fácil para la autoridad convencerlo para que hiciera la correspondiente declaración porque el hombre se había convencido que debía reforzar aún más la seguridad de su casa. Por eso podemos decir que fue un triunfo para la revista Caras y Caretas que Frugoni accediera a que fotografiaran el interior de su casa. Esa nota se publicó el 8 de diciembre de 1917.
Aquí en la foto podemos ver a Andrés Frugoni con sus cuadros.
Guada Aballe
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