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ASEGURANDO VEHÍCULOS
Existió hace cien años una institución llamada “La aseguradora de vehículos” cuyo fin era, como su nombre lo indica, indemnizar los vehículos asegurados de accidentes sufridos.
Esta empresa se constituyó bajo de dirección de los señores Dr Lino Cárdenas y Cecilio Martínez de Sucre.
Visto como un proyecto de progreso que equiparaba a la ciudad de Buenos Aires con las grandes capitales europeas, la compañía aseguraba desde coches de alquiler y carruajes hasta carros de trabajo.
En los momentos de su creación contaba con un capital propio de 500.000 pesos moneda nacional y ya a los treinta días de su existencia contaba con 5.266 asegurados además de haber pagado 30 cheques cubriendo hasta la destrucción completa del carruaje o carro.
¿Cómo funcionaba este seguro?
De manera muy sencilla.
El socio pagaba a la compañía una cuota mensual.
La aseguradora indemnizaba los daños que sufriera el vehículo: choques, rozaduras, caídas de caballos o desbocamientos de los mismos. Se hacía cargo de los arreglos que eventualmente hubiera que hacer.
A los vehículos que aseguraba los hacía pintar dos veces al año y barnizar una.
Y para mayor placer de los socios, había premios:
El coche que hubiera dado menos gastos de arreglo durante el año recibía una victoria valuada en 1.200 pesos. (Una victoria era un pie de ascenso para pasajeros).
El cochero del coche premiado recibía 100 pesos de premio.
“La aseguradora de vehículos” tenía un simpático carro para publicidad que paseaba por las calles céntricas de Buenos Aires promocionando la compañía y es el que vemos en la fotografía que ilustra este artículo.
Guada Aballe
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